15 agosto, 2006

Arquímedes

"Dadme un punto de apoyo", dijo Arquímedes, "y moveré el mundo." La fanfarronada era muy segura, porque él sabía muy bien que no había punto de apoyo, y nunca lo habría. Pero suponga que él hubiese movido la Tierra; ¿Y qué? ¿En qué hubiese beneficiado eso a nadie? El trabajo nunca habría cubierto gastos, mucho menos hubiese dejado dividendos, así que, ¿De qué servía hablar de ello? Por lo que los astrónomos nos cuentan, debo entender que la tierra ya se mueve bastante rápidamente, y, si hubiese algunos chiflados que estuviesen insatisfechos con su marcha, para lo que a mí me importa, bien pueden empujarla ellos mismos; yo no movería un dedo ni suscribiría un solo penique para apoyar nada parecido.

Por qué un compañero como Arquímedes debería ser considerado un genio, es algo que nunca he podido comprender. Jamás he sabido que hiciese una fortuna, ni que hiciese algo de lo que valiese la pena hablar. Respecto a ese último contrato que emprendió, era la peor chapucería que yo haya conocido; el asumió la tarea de mantener a los Romanos fuera de Siracusa; Intentó una treta tras otra, pero ellos entraron de todos modos, y cuando le tocó enfrentarlos limpiamente, también en eso se quedó corto; un simple soldado, de una manera muy empresarial, acabó con todas sus pretensiones.

Es evidente que era un hombre sobrevaluado. Tenía el hábito de armar un gran escándalo por sus tornillos y palancas, pero su conocimiento de la mecánica era realmente muy limitado. Yo mismo no me considero un genio, pero conozco una fuerza mecánica mas poderosa que cualquier cosa que hubiese soñado el jactancioso ingeniero de Siracusa. Es la fuerza del monopolio de la tierra; Es un tornillo y una palanca, todo en uno; desatornillará hasta el último penique de los bolsillos de un hombre, y torcerá todo sobre la tierra para servir a su propia voluntad despótica. Dadme la propiedad privada de toda la tierra, y yo ¿moveré la tierra? No; pero haré más que eso. Me encargaré de hacer esclavos a todos los seres humanos sobre su faz. No esclavos encadenados exactamente, pero esclavos de todos modos. Qué idiota sería encadenarlos. Tendría que darles sales y senas cuando se enfermasen, y darles latigazos para que trabajen cuando haraganean.

No, no es suficiente. Con el sistema que propongo, los muy tontos se imaginarían que son libres. Yo obtendría resultados óptimos, y no tendría ninguna responsabilidad. Ellos cultivarían el suelo; cavarían hacia las entrañas de la tierra en busca de sus tesoros ocultos; construirían ciudades, ferrocarriles y telégrafos; sus navíos surcarían los océanos; trabajarían y trabajarían, inventarían e idearían; sus almacenes estarían llenos, sus mercados repletos, y: Lo hermoso de todo el asunto sería que todo cuanto hiciesen me pertenecería.

Funcionaría de la siguiente manera, como verá: Siendo yo el propietario de toda la tierra, ellos tendrían que pagarme renta, por supuesto. No sería razonable que esperasen que yo les permita utilizar la tierra por nada. No soy un hombre insensible, y al fijar el valor de la renta sería muy liberal con ellos. De hecho, les permitiría que ellos mismos lo fijasen. ¿Qué podría ser más justo? He aquí un lote de tierra, digamos, una granja o una zona residencial, o cualquier otra cosa - si tan solo hubiese un hombre que la quisiese, pues claro que no me va a ofrecer mucho, pero si el terreno realmente valiese algo, no es probable que se produzca tal circunstancia. Por el contrario, habría un número considerable de individuos que la querrían, y que empezarían a pujar y pujar, uno contra el otro, con el fin de obtenerla. Yo aceptaría la oferta más alta - ¿Qué podría ser más justo? Cada aumento de población, cada extensión del comercio, cada avance en las artes y las ciencias aumentaría el valor de la tierra, como todos sabemos, y la competencia que naturalmente surgiría, continuaría haciendo subir las rentas, tanto así, que en muchos casos a los inquilinos les quedaría muy poco o nada para sí mismos.

En este caso, cierto número de los que pasan tiempos difíciles buscarían un préstamo, y a aquellos que no la pasan tan mal, por supuesto, se les ocurriría que, si tan solo tuviesen más capital, podrían extender sus operaciones, y así hacer sus negocios más provechosos. Aquí entro yo de nuevo. El hombre que todos necesitan; un benefactor habitual de mi especie, siempre presto a ayudarles. Con la enorme renta que cobro, puedo proveerles de fondos, hasta donde pueda yo obtener seguridad; no podrían esperar que yo hiciese más que eso, y en cuestión de intereses sería igualmente generoso.

Les permitiría fijar la tasa de interés exactamente de la misma forma en que fijaron la renta. Los tendría agarrados por el cuello, y si no llegasen a pagarme, sería la cosa mas sencilla del mundo vender sus bienes para compensarme. Puede que se lamenten de su suerte, pero los negocios son los negocios. Debieron haber trabajado más duro y ser más productivos. Cualquier inconveniencia que sufriesen, sería su problema, no el mío. ¡Qué gloriosos momentos pasaría! Renta e interés, interés y renta, y sin ningún límite para ninguno, excepto la capacidad de los trabajadores para pagar. Las rentas subirían y subirían, y ellos continuarían empeñando e hipotecando; y así irían cayendo, uno tras otro; sería el deporte más entretenido jamás visto. Así, con la sencilla palanca del monopolio de la tierra, no solo el mismísimo globo terráqueo, sino todo cuanto hay sobre el mismo, acabaría por pertenecerme. Sería rey y señor de todo, y el resto de la humanidad serían mis más fieles esclavos.

No necesita decirse que sería inconsistente con mi dignidad asociarme con el común denominador de la humanidad; no será muy político de mi parte decirlo, pero, de hecho, no solo odio el trabajo, sino que también odio a aquellos que trabajan, y no desearía tener a sus apestosas humanidades cerca de mí a ningún precio. Muy por encima de la despreciable horda, me sentaría en mi trono, rodeado de un círculo de devotos adoradores. Elegiría solo a quienes mi corazón deseara para ser mis compañeros. Les condecoraría con medallas y cachivaches para espolear su vanidad; considerarían un honor besar mi guante, y le rendirían homenaje a la mismísima silla en la que me siento. Los valientes morirían por mí, los piadosos rezarían por mí, y las jóvenes más hermosas se desvivirían por complacerme. Para la apropiada administración de los asuntos públicos establecería un parlamento, y para la preservación de la ley y el orden tendría soldados y policías, todos los cuales habrán jurado servirme fielmente; no recibirían mucha paga, pero su elevado sentido del deber sería garantía suficiente de que cumplirían los términos de su contrato.

Fuera del encantador círculo de mi sociedad, habría otros, luchando por ganarse mis favores; y detrás de estos habría otros distintos que estarían siempre luchando por ascender a los rangos de aquellos enfrente de éstos;, y así sucesivamente, cada vez más atrás y más abajo, hasta llegar a los rangos inferiores de los trabajadores, eternamente trabajando y eternamente luchando tan solo para vivir, con el infierno de la pobreza eternamente amenazando con engullirlos. El infierno de la pobreza, ese ámbito exterior de oscuridad donde solo hay llanto y lamentos y el rechinar de dientes - la Gehena social, donde el gusano nunca muere, y el fuego jamás se apaga - he aquí un látigo mucho más efectivo que el más certero flagelo del esclavista, acechándoles de día, causándoles pesadillas de noche, absorbiendo la sangre de sus venas, y persiguiéndoles con implacable constancia hasta sus tumbas. Muchos, en la flor de su juventud, empezarían llenos de esperanza y con altas expectativas; ¡pero, a medida que avanzan, desilusión tras desilusión, la esperanza cedería paso gradualmente a la desesperación, la copa prometida de la alegría se tornaría amarga, y hasta el más santo de los afectos se volvería una flecha envenenada clavada en el corazón!

¡Qué hermoso arreglo - la ambición jalonándoles por delante, la necesidad y el miedo empujándoles por detrás! En los intereses conflictivos que estarían involucrados, en la competencia despiadada que prevalecería, en la enemistad que se engendraría entre los hombres, entre marido y mujer, padre e hijo, yo, por supuesto, no tomaría partido. Habría mentiras y trampas, maltratos de los patronos, deshonestidad de los sirvientes, huelgas y protestas, asaltos e intimidación, riñas familiares y disputas interminables; pero todo esto no sería mi problema. En la serena atmósfera de mi paraíso terrenal, estaría a salvo de todo mal. Me deleitaría con los más deliciosos manjares, y paladearía vinos de la mejor cosecha; mis jardines tendrían las terrazas más magníficas y las más bellas arboledas. Caminaría entre el exhuberante follaje de los árboles, las fragantes flores, el canto de las aves, el chorrear de las fuentes, y el chapoteo de aguas tranquilas. Mi palacio tendría muros de alabastro y cúpulas de cristal, habría muebles de la más exquisita artesanía, alfombras y cortinas de los más ricos tejidos y las más finas texturas, pinturas y esculturas que fuesen milagros del arte, jarrones de oro y plata, las gemas más puras brillando en sus montajes, las voluptuosas notas de la música más dulce, el perfume de las rosas, los sillones más suaves, una horda de lacayos que vienen y van según mi capricho, y una perfecta galaxia de belleza para estimular el deseo, y administrar a mi placer. Así pasaría las horas felices, mientras a lo largo del mundo se consideraría un signo de respetabilidad el imitar mis virtudes, y en todas partes se cantarían himnos en mi honor.

Arquímedes nunca soñó nada como eso. Sin embargo, con la tierra como mi punto de apoyo y su propiedad privada como mi palanca, todo eso es posible. Si se dijese que la gente acabaría por detectar el fraude, y que con rápida venganza nos arrojarían a mí y a mis parásitos adoradores a la perdición, yo les respondo, "Nada de eso, la gente es más buena que el pan, y lo soportarían como si fuesen de ladrillo - y apelo a los hechos de hoy para que sean mis testigos." Mark Twain - Arquímedes (Publicado por primera vez en el diario Australiano Standard en 1887)

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08 agosto, 2006

La soja y el Amazonas

Amazonia
El 80% de la producción de soja de todo el mundo se dedica a la elaboracion de piensos para la industria ganadera. La creciente demanda de piensos a base de soja por los agricultores europeos está expandiendo las fronteras agrícolas hasta la selva tropical amazónica. Europa compra la mitad de la soja exportada desde el estado amazónico de Mato Grosso, donde se cultiva el 90% de la soja de la selva tropical. Carne alimentada con soja de la selva tropical encuentra el camino hasta los supermercados y cadenas de comida rápida de toda Europa. (Sacado del informe de Greenpeace "Devorando la Amazonia" de Abril de 2006)

"No siento la menor culpa por lo que está sucediendo aquí... No es un secreto que quiero construir carreteras y extender la producción agrícola." "Como gobernador, mi principal objetivo es... triplicar la producción agrícola en Mato Grosso." “Para mí, un aumento de 40% en el desmonte no significa nada; no siento la menor culpa por lo que estamos haciendo aquí. Estamos hablando de un área mayor que toda Europa que fue muy poco explotada. No hay razón para preocuparse.”
Blairo Maggi
"Si una persona pasea por el bosque por placer todos los días, corre el riesgo de que le tomen por un haragán; pero si dedica el día entero a especular cortando árboles y dejando la tierra árida antes de tiempo, se le estima por ser un ciudadano trabajador y emprendedor." Henry David Thoreau
"No heredamos la tierra de nuestros antepasados, sino que la tomamos prestada de nuestros hijos." proverbio Sioux

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05 agosto, 2006

Skinny Puppy - Testure

04 agosto, 2006

Earthlings, make the connection

MAKE THE CONNECTION!Dirigido por Shaun Monson, narrado por Joaquin Phoenix y ambientado con la música del artista Moby, Earthlings nos ofrece una visión global y en profundidad de nuestra relación con los demás animales en aquellos ámbitos en que les utilizamos. En base a nuestro prejuicio especista y analogo al racismo y sexismo, no consideramos a los demas animales como iguales y Earthlings nos muestra las consecuencias de esta discriminación desde las tiendas de animales hasta las granjas de cachorros y refugios, las granjas de vacas, cerdos y gallinas, la pesca comercial y la captura de ballenas, así como acompañando al terrible viaje de las vacas indias utilizadas por su piel, entrando en granjas peleteras y siguiendo de cerca la caza de focas, o la utilización y entrenamiento de elefantes y tigres como entretenimientos en circos y zoos, en ferias, las implicaciones de la caza y la pesca, la tauromaquia... hasta culminar con una visita a los laboratorios donde millones de animales no-humanos mueren tras ser utilizados como cobayas. Este documental analiza los cinco ámbitos principales en que los no-humanos son utilizados ("mascotas", comida, vestimenta, entretenimiento y vivisección) y ofrece una invitación a reflexionar sobre nuestra forma de considerar a sus víctimas acompañado de diversas frases de Isaac Bashevis Singer (Premio Nobel de Literatura), Henry Bestorow, Mark Twain o León Tolstoi.

Earthlings es el trabajo de cinco años de producción en el que se han empleado imágenes grabadas por el propio director en las perreras de Los Angeles así como gran cantidad de imágenes nunca antes vistas de diversas organizaciones como PETA, Greenpeace, Last Chance for Animals, SHAC o Farm Sanctuary entre otras así como grabaciones con cámara oculta dentro de las distintas industrias que nos harán ver por nosotras/os mismas/os la realidad en la que viven y mueren los no-humanos en nuestra sociedad actual.

"La bondad y compasión hacia todos los seres vivientes es característica de una sociedad civilizada..."
Cesar Chavez

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aquí para ver Earthlings en Google video. En los comentarios de este post he dejado enlaces para que te lo descarges del Emule, BitTorrent, ... Tú eliges...

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03 agosto, 2006

El jardín del Edén

David Alfaro Siquieros (1896-1974) - La Nueva Democracia (1944-45)"Me siento tan tonto con mi estúpida y pequeña democracia, consistente en meter un trozo de papel por una rendija. Luego mi boca se cierra en cuatro años y mis quejas y lamentos no salen de mi muro, el que creo para que, cosas como estas y peores no derrumben mi alma. Sí, son ellos, los poderosos, los que me dirigen lo quiera o no. Los que deciden como apretarnos las clavijas. Solo ellos tienen el don de discernir. Pero una vez más esos hombres de traje y corbata no me representan. Su palabrería no pasa de mi fachada. Su seguridad basada en la imagen y la publicidad me resbala como lo hacen otros tantos productos de la televisión. Y me siento tan desamparado como pueda sentirse una familia que esquiva bombas en lo que debería ser su jardín."

El jardín del Edén
Fdo: Ciudadano Nim

(Gran comentario que encontré en uno de los foros de www.20minutos.es)

"La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las ordenes." Charles Bukowski

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